Qué es el convenio regulador

A continuación vamos a tratar un tema muy importante cuando hablamos de un divorcio o separación, y que mucha gente no conoce: qué es el convenio regulador. Quien esté en un proceso de este tipo debe informarse bien antes de empezar con los trámites necesarios, y especialmente si existen hijos a cargo, ya que las autoridades siempre mirarán por el interés superior del menor.

 

¿Qué es el convenio regulador de divorcio?

El convenio regulador de divorcio es el documento por el cual dos personas que están pasando por un procedimiento de divorcio o separación deciden, de mutuo acuerdo, las condiciones que van a afectar los diferentes aspectos de su vida en común. Estos pueden ser asuntos económicos, relacionados con menores, atribución de la vivienda familiar… Es decir, todo aquello relacionado con los derechos de ambos cónyuges o el interés y derechos de los hijos a cargo.

El propio Código Civil nos dice, en su artículo 82, que «junto a la voluntad inequívoca de separarse, determinarán las medidas que hayan de regular los efectos derivados de la separación». Así, el convenio regulador de mutuo acuerdo no será efectivo por el mero hecho de que las partes así lo acuerden, sino que debe pasar por la aprobación de un juez o notario, que se asegurará de que no perjudica a ninguno de los cónyuges.

 

El procedimiento del convenio

Cuando se comience con la redacción del convenio regulador es conveniente que esté presente un abogado para que no haya una desigualdad latente entre los cónyuges. Es importante no dejar nada a la decisión de uno de ellos: siempre tiene que existir acuerdo entre ambos.

Una buena redacción también es valiosa, ya que este documento recogerá los aspectos más importantes de una separación o divorcio y no puede haber dudas en lo que estipula. El convenio debe ser ratificado por los cónyuges ante un juez, que podrá aprobarlo o no. Por otra parte, en el futuro se podrá modificar legalmente si se considera necesario.

 

¿Cuál es el contenido del convenio regulador?

El contenido mínimo que debe tratarse en el convenio regulador viene especificado en el artículo 90 del Código Civil. Respecto a los hijos sujetos a la patria potestad de ambos cónyuges, se enuncia lo siguiente.

• Se decidirá quién la ejercerá y cuál será el régimen de visitas y comunicación con el progenitor no custodio.
• Si fuera necesario, el régimen de visitas y comunicación de los abuelos con los nietos, siempre teniendo en cuenta el interés superior del menor.

Respecto al matrimonio, se ha de especificar lo siguiente.

• Atribución de la vivienda y el ajuar familiar.
• Cargas matrimoniales y alimentos, es decir, pensiones que correspondan, gastos y deudas correspondientes a ambos miembros.
• Liquidación del régimen económico matrimonial.

Aunque no es obligatoria la presencia de un abogado para redactar el convenio regulador, se recomienda que así sea. De otro modo, si en algún momento se necesita modificar algún aspecto se requerirá la intervención judicial.

 

¿Cómo se aprueba el convenio?

El Código Civil se encarga de dar autonomía a los cónyuges para que puedan realizarlo, pero se necesita de la aprobación de un juez o un notario para que tenga validez. De esta manera se evita que puedan surgir situaciones abusivas por parte de uno de los cónyuges hacia el otro.

Si, en el caso de que sea un divorcio exprés, el juez o el notario observa una desigualdad evidente entre ambas partes, puede negarse a aprobar dicho documento. Además, en el caso de que haya hijos menores de edad, la pareja no podrá acudir a un divorcio exprés, ya que debe intervenir la fiscalía como garante del bienestar de los menores.

 

¿Qué pasa si no se aprueba el convenio?

En el caso de que el convenio regulador no sea aprobado, será el juez quien decida lo que ocurrirá. Llegados a este punto, se podrá escuchar a aquellos hijos menores de edad pero mayores de 12 años que necesiten ser consultados.

Se recomienda que cada una de las partes cuente con un abogado que pueda llevar las negociaciones de forma satisfactoria. Si acaso existieran problemas entre los cónyuges, lo mejor es que se acuda a un mediador, conciliador o facilitador que consiga que se llegue a un acuerdo entre ambos.

Pero silas negociaciones no fructifican, los implicados deberán acudir a juicio para que se determine cuáles son los intereses de cada uno en el procedimiento. En este punto se decidirá mediante sentencia, y no por un convenio regulador.

 

El cumplimiento del convenio regulador

El convenio regulador es de obligado cumplimiento para las partes de un procedimiento de divorcio. Si uno de ellos lo incumple, la otra persona podrá acudir a la jurisdicción civil para pedir la ejecución del convenio. Esta acción puede traer consecuencias a la parte que ha decidido incumplir, entre las que se incluyen las siguientes.

• Pueden imponerse multas al cónyuge que no haya cumplido con el convenio.
• Puede incurrirse en un delito de desobediencia a la autoridad, de modo que acabe interponiéndose una querella.
• Si se incumple el pago de alguna de las deudas determinadas en el convenio, el otro cónyuge podría acudir a la vía de apremio.
• En ciertos casos se puede llegar a pedir una modificación del convenio.

Los beneficios del convenio regulador

Un convenio regulador de mutuo acuerdo trae numerosos beneficios al procedimiento. El primero de ellos, obviamente, es que no hará falta acudir al divorcio contencioso. Por tanto, el proceso será mucho más proceso mucho más sencillo, rápido y menos costoso. En algunos casos incluso será posible acudir al mismo abogado y procurador.

Además, tenemos que destacar que los plazos y requerimientos son menores. Así pues, estaríamos ahorrando tiempo y podríamos tener una sentencia de divorcio en el plazo de un mes desde que presentemos la demanda y el convenio.

En conclusión, acudir a un despacho de abogados siempre es aconsejable a la hora de abordar un proceso de divorcio o separación: podemos informar adecuadamente sobre qué es el convenio regulador y cómo llevarlo a cabo. Cuente con nosotros si necesita un abogado para su convenio regulador, que evite desigualdades entre las partes y le evite futuros problemas.

 

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