La responsabilidad penal es la obligación de una persona de responder jurídicamente a una acción que ha llevado a cabo y que está penada basándonos en el Código Penal. Este tipo de responsabilidad está regulada en los artículos 1, 5 y 27 del Código Penal, que recogen sus fundamentos de derecho. Por lo tanto, la responsabilidad penal es la consecuencia de la comisión de un delito, y es, sin duda, la responsabilidad penal de los menores la que suele suscitar más dudas.
¿Los menores de edad tienen responsabilidad penal?
Lo cierto es que todo menor que haya cometido un delito en España está obligado a responder por él, y por lo tanto tiene responsabilidad penal. Esta situación está regulada por la ley de responsabilidad penal del menor. Sin embargo, las consecuencias serán diferentes en función de determinados aspectos, como el delito cometido o la edad en la que se produjo, y corresponde a un juez decidir el grado de la pena.
- Menores de 14 años: No tienen responsabilidad penal. Sin embargo, en el caso de que cometan un delito, sus progenitores o tutores legales estarán obligados a afrontar una multa monetaria.
- Menores de entre 14 y 18 años: Sí tienen responsabilidad penal. En el proceso penal de menores esta responsabilidad se decide en juzgados especiales para menores y depende de la gravedad del delito cometido. Como consecuencia, se pueden imponer multas o internar al menor en un centro especialmente destinado a este fin.
- Jóvenes entre 18 y 21 años: Son juzgados siguiendo la ley correspondiente a los adultos. Sin embargo, existen excepciones en las que la responsabilidad penal se dirime como si fueran menores: si el delito ha sido leve, si no existen antecedentes, etc.
Ley Orgánica Reguladora de la Responsabilidad Penal de los Menores
La Ley Orgánica Reguladora de la Responsabilidad Penal de los Menores es un marco legal que establece las normas y procedimientos aplicables a los menores que cometen delitos en España. Esta ley tiene como objetivo no solo sancionar los actos delictivos cometidos por menores, sino también garantizar su reinserción social y educativa. La ley tiene en cuenta la edad del menor, la gravedad del delito y las circunstancias personales del infractor, ofreciendo un enfoque equilibrado entre la disciplina y la rehabilitación.
Objetivos y principios de la ley
La Ley Orgánica Reguladora de la Responsabilidad Penal de los Menores se basa en los siguientes principios:
- Reeducación y reinserción: El objetivo principal de las medidas es la reeducación y reinserción social del menor.
- Proporcionalidad: Las medidas deben ser proporcionales a la gravedad del delito y a las circunstancias personales del menor.
- Intervención mínima: La intervención penal debe ser la última opción, priorizando otras formas de resolución de conflictos y medidas educativas.
- Protección de los derechos del menor: La ley garantiza que los derechos del menor sean respetados en todo momento durante el proceso penal.
Medidas correctoras para los menores
Las medidas correctoras para los menores dependen de la gravedad del delito cometido y de la edad del menor. En términos generales, el derecho penal de menores establece las siguientes medidas:
- Amonestación: El juez de menores reprende al menor para que no vuelva a cometer una falta de ningún tipo.
- Trabajos en beneficio de la comunidad: Son trabajos de carácter no retribuido, que están encaminados a socializar al sujeto.
- Internamiento en un centro de menores: El régimen puede ser cerrado, abierto o semiabierto, en función de los permisos que se den al menor y de la cantidad de días y tiempo que deba pasar recluido.
- Internamiento terapéutico en régimen abierto, semiabierto o cerrado: Está pensado para aportar una atención especializada al menor que permita que reciba tratamientos determinados, sobre todo si existe dependencia a algún tipo de sustancia.
- Permanencia de fin de semana: El menor está obligado a permanecer en su domicilio o en un centro habilitado a dichos efectos durante treinta y seis horas, siempre entre el viernes y el domingo.
- Libertad vigilada: Se realiza el seguimiento de las actividades del menor y su asistencia a los diferentes centros educativos.
- Prohibiciones expresas: Como la de acercarse o comunicarse con la víctima en caso de que en el delito hayan estado implicadas terceras personas.
- Reinserción social mediante la convivencia en un determinado ambiente: Que puede ser otra familia o un grupo educativo concreto guiado por trabajadores especializados.
- Prohibición de determinados permisos: Que hayan podido ser utilizados para cometer el delito, como el permiso de conducir o una licencia de caza, si la hubiera.
Ejemplos de medidas correctoras
Para comprender mejor las medidas correctoras, veamos algunos ejemplos prácticos:
- Juan, 16 años, internamiento en centro semiabierto: Juan cometió un robo en un comercio. El juez decidió internarlo en un centro de menores con régimen semiabierto, donde puede asistir a clases y participar en actividades recreativas, pero debe regresar al centro para pasar las noches.
- María, 15 años, trabajos en beneficio de la comunidad: María fue sorprendida realizando pintadas en edificios públicos. Como medida correctora, el juez le impuso trabajos en beneficio de la comunidad, pintando y limpiando las paredes que había dañado.
- Pedro, 17 años, internamiento terapéutico cerrado: Pedro tiene problemas de adicción a sustancias y cometió varios delitos menores bajo la influencia de drogas. Fue internado en un centro terapéutico cerrado para recibir tratamiento especializado.
Responsabilidad civil de los delitos cometidos por menores de edad
En el caso de que el menor tenga que responder ante un delito que implica responsabilidad civil, cabe señalar que esta responsabilidad es compartida de manera solidaria con sus padres. Serán los padres los que tengan que afrontar las posibles reparaciones a las víctimas.
Los padres no quedarán exonerados de responsabilidad civil independientemente de que puedan demostrar que no existe culpa o negligencia alguna en su labor de custodia. Sin embargo, el juez puede atenuar la responsabilidad si considera que no han promovido o favorecido la conducta delictiva del menor.
Para que el juez admita la moderación en el delito, los propios padres tienen que demostrar que han llevado a cabo las actuaciones necesarias para impedir que el menor cometa el delito. Es decir, la carga de la prueba se invierte y queda como responsabilidad de los tutores legales.
Prescripción de los hechos delictivos en menores de edad
Al igual que ocurre con los delitos llevados a cabo por adultos y recogidos en el Código Penal, los menores también pueden ver prescritos sus delitos. Se tienen que dar determinadas situaciones para que esto ocurra:
- Que hayan pasado cinco años, si se trata de un delito grave que en el Código Penal lleva una pena aparejada de más de diez años.
- Que hayan pasado tres años, al tratarse de cualquier otro delito grave que no lleve aparejadas este tipo de penas.
- Al año, si el delito es considerado menos grave.
- A los tres meses, si solamente se ha cometido una falta.
Cuando se trata de delitos llevados a cabo por personas mayores de 18 años y menores de 21, la prescripción se ajusta a las normas dispuestas por el Código Penal.
Nuevos puntos interesantes sobre la responsabilidad penal de los menores
Impacto psicológico y social de las medidas correctoras
Las medidas correctoras impuestas a menores no solo tienen un impacto legal, sino también psicológico y social. La reinserción social y la reeducación del menor son aspectos clave para evitar la reincidencia y promover una conducta positiva en el futuro.
Importancia de la educación en la prevención del delito
La educación juega un papel fundamental en la prevención de conductas delictivas. Programas educativos y actividades extracurriculares pueden ayudar a los jóvenes a desarrollar habilidades sociales, aumentar su autoestima y tomar decisiones informadas.
El papel de la familia en la responsabilidad penal de los menores
La familia tiene un rol crucial en la formación de valores y comportamientos de los menores. La supervisión, el apoyo emocional y el establecimiento de límites claros pueden prevenir conductas delictivas y fomentar el respeto por la ley.
Programas de prevención para menores
Existen numerosos programas diseñados para prevenir el delito entre los jóvenes y rehabilitar a aquellos que han cometido infracciones. Estos programas suelen incluir terapias individuales y grupales, actividades recreativas y apoyo educativo y vocacional.
Terapias individuales y grupales
- Terapia cognitivo-conductual (TCC): Este tipo de terapia ayuda a los jóvenes a identificar y cambiar patrones de pensamiento y comportamiento negativos. La TCC puede ser efectiva para tratar problemas de agresión, impulsividad y otros comportamientos delictivos.
- Terapia familiar: La terapia familiar involucra a los miembros de la familia en el proceso de rehabilitación del menor. Este enfoque puede mejorar la comunicación y las dinámicas familiares, proporcionando un entorno de apoyo para el menor.
- Terapia de grupo: Las sesiones de terapia de grupo permiten a los jóvenes compartir sus experiencias y apoyarse mutuamente. Este tipo de terapia puede ayudar a los menores a desarrollar habilidades sociales y construir relaciones positivas.
Derechos del menor en el proceso penal
Los menores tienen derechos específicos que deben ser respetados durante todo el proceso penal. Estos derechos incluyen el derecho a un juicio justo, a ser escuchados, y a recibir un trato acorde con su edad y madurez.
Rehabilitación y reintegración social
El objetivo final del sistema de justicia penal para menores es la rehabilitación y la reintegración social. Las medidas deben enfocarse en ayudar al menor a comprender sus errores, asumir la responsabilidad de sus acciones y desarrollar habilidades para reintegrarse de manera positiva en la sociedad. Aquí hay algunos puntos clave en este proceso:
Programas de Rehabilitación
- Educación y formación profesional: Proporcionar a los menores oportunidades educativas y de formación profesional es esencial para su desarrollo personal y profesional. Esto incluye el acceso a la educación formal, programas de alfabetización, formación técnica y vocacional.
- Terapia y consejería: La terapia psicológica y consejería pueden ser cruciales para abordar los problemas emocionales y de conducta que llevaron al menor a cometer delitos. Estas sesiones pueden ayudar a los menores a desarrollar habilidades para manejar el estrés, la ira y otros problemas emocionales.
- Actividades recreativas y deportivas: Involucrar a los menores en actividades recreativas y deportivas puede ser una forma efectiva de canalizar su energía de manera positiva, fomentar el trabajo en equipo y aumentar su autoestima.
- Programas de mentoría: Los programas de mentoría, donde los menores son emparejados con mentores positivos, pueden ofrecer orientación y apoyo emocional. Los mentores pueden actuar como modelos a seguir y proporcionar orientación práctica sobre la vida diaria y las decisiones futuras.
- Servicios de apoyo familiar: Involucrar a las familias en el proceso de rehabilitación es crucial. Los servicios de apoyo familiar pueden ayudar a los padres a desarrollar habilidades para manejar el comportamiento del menor y proporcionar un entorno de apoyo en el hogar.
Evaluación y seguimiento
El proceso de rehabilitación y reintegración no termina con la imposición de una medida correctora. Es importante realizar una evaluación continua y un seguimiento del progreso del menor. Esto puede incluir:
- Evaluaciones periódicas: Realizar evaluaciones periódicas para medir el progreso del menor y ajustar las intervenciones según sea necesario.
- Seguimiento posinternamiento: Proveer apoyo continuo después de que el menor haya completado su internamiento o medida correctora. Esto puede incluir visitas regulares de un trabajador social o consejero.
- Reintegración gradual: Implementar un plan de reintegración gradual para ayudar al menor a adaptarse a la vida normal después de completar su medida correctora. Esto puede incluir programas de transición que ofrezcan apoyo adicional durante este período crítico.
Impacto de las medidas correctoras en la sociedad
Las medidas correctoras no solo buscan rehabilitar al menor, sino también proteger a la sociedad y prevenir futuros delitos. Al enfocarse en la reinserción social y la reeducación, estas medidas contribuyen a:
- Reducir la reincidencia: Al proporcionar a los menores las herramientas y el apoyo necesarios para cambiar su comportamiento, se reduce la probabilidad de que cometan nuevos delitos en el futuro.
- Fomentar la justicia restaurativa: Las medidas correctoras promueven la justicia restaurativa, que se enfoca en reparar el daño causado por el delito y reintegrar al menor en la comunidad de manera constructiva.
- Fortalecer la cohesión social: Al ayudar a los menores a reintegrarse positivamente en la sociedad, se fortalece la cohesión social y se promueve un entorno más seguro y saludable para todos.
Casos de estudio y ejemplos
Para ilustrar el impacto y la efectividad de las medidas correctoras, es útil examinar casos de estudio y ejemplos concretos de menores que han pasado por el sistema de justicia penal y han logrado una reintegración exitosa. Estos casos pueden destacar las mejores prácticas y lecciones aprendidas.
Caso de estudio: Marta
Marta, una joven de 17 años, fue sentenciada a trabajos en beneficio de la comunidad por vandalismo. A través de este programa, trabajó en la restauración de parques públicos y participó en actividades de limpieza comunitaria. Durante su tiempo en el programa, Marta recibió mentoría de líderes comunitarios y desarrolló un fuerte sentido de responsabilidad y orgullo por su trabajo. Al finalizar, Marta decidió continuar su educación y se matriculó en un programa de formación técnica.
La responsabilidad penal de los menores es un tema complejo y multifacético que requiere un enfoque equilibrado entre la disciplina y la rehabilitación. La Ley Orgánica Reguladora de la Responsabilidad Penal de los Menores proporciona un marco legal para abordar estos desafíos, garantizando que los derechos de los menores sean respetados y que las medidas correctoras estén orientadas hacia su reintegración social y educativa.
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si el menor comete un delito como tirar objetos a una casa ajena en. arias ocasiones y es denunciado.Si la fiscal dice que la próxima vez será internado en un centro y se tiran piedras pero no sé ve que es él puede decir que no ha sido? que pasaría ?
Buenos días, muchas Gracias por contactar con nosotros. Cada procedimiento penal debe ser estudiado en particular y en según lo que nos comentas, uno de los principios más importantes de nuestro ordenamiento jurídico es el de presunción de inocencia. Saludos