La pensión alimenticia es una obligación que uno de los progenitores puede contraer cuando se formaliza el divorcio. A lo largo de los años, esta circunstancia se ha visto modificada en lo relativo a la cantidad o sus condiciones. Sin embargo, es fundamental conocerla en detalle para evitar posibles reclamaciones o demandas. Por ello, en este artículo explicamos todos los detalles acerca de la pensión alimenticia de los hijos y su cumplimiento.
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¿En qué consiste la pensión alimenticia?
En términos generales, se trata de la aportación económica que una persona puede verse obligada a realizar para costear el mantenimiento de un familiar. Para que resulte forzosa, es indispensable que un juez la haya ordenado tras realizar un juicio que se aclare que resulte fundamental para la vida de un menor o una persona dependiente.
Sin embargo, dentro del ámbito que nos ocupa, el principal objetivo de esta contribución es la manutención de los hijos. De esta manera, afecta principalmente a los padres y madres divorciados (o en proceso de separación formal). No obstante, cabe destacar que también se puede proporcionar a los hijos mayores de edad que están impedidos para trabajar por cualquier motivo.
Después de comentar lo anterior, es conveniente introducir un matiz. A pesar del término «alimenticia» o «alimentaria», su ámbito es más amplio que el de la nutrición. En este sentido, contempla las siguientes necesidades de acuerdo al Código Civil:
- Sustento diario: cualquier medio que sea requerido para llevar una vida digna.
- Asistencia médica: medicamentos, consultas o cualquier gasto no cubierto por la Seguridad Social.
- Educación: matrículas, libros o material escolar, así como cualquier otro gasto análogo.
- Habitación: alquiler o hipoteca de la casa en la que reside junto al otro progenitor.
- Otros gastos: vestido o necesidades económicas derivadas del embarazo.
Por este motivo, el término «alimento» adquiere distintos matices de acuerdo con la legislación vigente. Se trata, por tanto, de todo lo que el menor o dependiente pueda necesitar para tener una vida en condiciones de dignidad y comodidad. Asimismo, cabe destacar la existencia de dos figuras dentro de este sistema retributivo:
- Acreedor o alimentista: es el beneficiario de la pensión, que se corresponde con el hijo.
- Deudor o alimentante: es uno de los dos progenitores, que coincide con quien no vive con el acreedor.
Durante los años, han sido numerosas las sentencias que, aunque de modos distintos, afirman lo mismo. Y es que no es posible suplir el impago de la pensión con otra obligación, como el pago de la hipoteca o la concesión de techo. De todas formas, siempre recomendamos consultar cada caso por separado, ya que cada divorcio es diferente.
Pensión alimenticia por hijo en España
Actualmente, no existe una normativa que estipule cómo se calcula la pensión, ya que todo depende de las necesidades que los hijos puedan tener. Por ejemplo, puede darse el caso de que necesite ir a un centro de educación especializada o de que tenga una condición alimentaria en particular. Estas variantes influyen decisivamente, ya que pueden hacer que la retribución aumente.
Si analizamos las sentencias más recientes, vemos como la pensión suele oscilar entre los 150 y los 200 euros. De esta manera, este es el coste que se debe abonar por cada hijo siempre y cuando no se den circunstancias que puedan incrementarlo. No obstante, también es posible encontrar órdenes judiciales que contemplan desde 100 hasta 250 euros al mes.
Por su parte, la modificación de pensión de alimentos es la vía judicial que permite incrementar (o disminuir) la cantidad retributiva. No debemos olvidar que el coste de subsistencia puede verse modificado al reflejar las subidas de impuestos o el precio de las materias primas. Por este motivo, el progenitor puede solicitar una ampliación al juez.
Nueva ley de pensión alimenticia
Con la entrada en vigor de la nueva ley de pensión alimentaria, se plantea reforzar la obligatoriedad de esta retribución. Cierto es que hasta ahora no tenía carácter de voluntaria, pero sí que se consideraba más bien como un derecho del menor. Por ello, a partir de ahora se considerará como una parte fundamental de todo proceso de divorcio.
Junto con esta nueva normativa, cabe incluir una sentencia del Tribunal Supremo del año 2019. De esta manera, se abre la posibilidad de suspender la pensión si no existe un vínculo emocional entre el progenitor y su hijo. Sin embargo, este aspecto aún no está regulado por ley, lo que lo convierte en un simple precedente que, aún así, debemos tener en cuenta.
¿Qué pasa si no puedo pagar la pensión de alimentos?
Como hemos comentado, el pago de la manutención de los hijos es un deber que impone un juez a uno de los progenitores. Por este motivo, no hacerse cargo económicamente puede acarrear dos consecuencias:
- Desobediencia de una sentencia judicial.
- Delito de abandono familiar.
Entre las consecuencias de no pagar la pensión, el Código Penal incluye sanciones y penas de cárcel para el progenitor que deje de pagar la pensión sin causa justificada. Para ello, es necesario que el responsable de los hijos imponga una demanda y, obviamente, que se lleve a cabo un juicio. Cabe destacar que se considera como impago cuando no se proporciona el dinero durante dos meses consecutivos o cuatro meses en total.
Con independencia a lo anterior, puede darse el caso de que no se pueda afrontar el pago de la pensión, especialmente si el progenitor no tiene trabajo o está impedido por cualquier circunstancia. Ante esta situación, se debe acudir nuevamente a juicio para solicitar que se modifique la sentencia de divorcio con el fin de introducir medidas excepcionales.
Por otro lado, también se considera impago si no se puede afrontar el total de la cantidad establecida. En estos casos, suele ser más sencillo demostrar que se está pagando lo que es posible, pero deben existir medios probatorios. Si el juez los considera suficientes, podría imponer una modificación de la sentencia.
En definitiva, la pensión alimenticia de los hijos es una obligación que no se puede reemplazar. Con la entrada en vigor de la nueva ley, todo apunta a que las condiciones serán aún más estrictas en este sentido. Por ello, conviene estar informado de las nuevas circunstancias en todo momento. Para más información, no dudes en consultarnos. ¡Te esperamos!
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